Netflix trajo a su plataforma la historia de Jeffrey Dahmer. La plataforma audiovisual sigue apostando a crear más contenido para sus suscriptores y el “monstruo de Milwaukee”, como se titula en español esta producción, lleva días en varios países siendo la historia más vista por la gente.
Son diez capítulos que hacen estremecer a todos aquellos que los ven. Y es que sus crímenes son famosos por la cantidad de años en que los llevó a cabo. Todos de la manera más cruel. Terminó admitiendo cada uno de los asesinatos a la policía una vez que fue descubierto y sus palabras fueron sin dudas polémicas y duras de oír.
Muchos pensaron que quizás ante un perfil como el suyo, esta manera de actuar podía estar relacionada con traumas de la infancia, tal y como se da en el caso de otros asesinos en serie. Pero la realidad es que su vida fue muy distinta y para nada difícil.
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Se crio con su madre y su padre. Él era químico y ella telegrafista. Los cambios se produjeron en Jeffrey Dahmer, la figura del momento en Netflix, cuando tenía tan solo diez años. Su progenitor comenzó a trabajar más tiempo y eso hizo que estuviera un poco ausente en ese momento de su vida.
Además, la madre del asesino fue diagnosticada con una enfermedad mental. Algo que seguramente también lo marcó. La adolescencia y su vida de adulto joven fue empeorando. No pudo seguir sus estudios a causa de las bajas calificaciones que obtenía. Por eso su padre lo envió al ejército.
Allí, lamentablemente, lo expulsaron a causa de sus problemas con el alcohol. Esta adicción logró que no pudiera pasar mucho tiempo en un puesto de trabajo, ya que lo despedían constantemente. Incluso pasó una larga temporada sin encontrar una manera de lograr la estabilidad económica.
Con el correr de los años y a medida que más víctimas se sumaban a su prontuario, el criminal había establecido ya un patrón para cometer estos terribles actos. Tras matar a estas personas, las desmembraba, diluía las partes en ácido y después almacenaba los huesos que quedaban.
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