El Clásico Universitario, interrumpido este miércoles, se seguirá jugando en una fecha por definir.
Esto, luego de que el partido fuera suspendido por el lanzamiento de bombas de ruido a la cancha, que afectaron al portero de Universidad de Chile, Martín Parra.
Los dirigentes de Azul Azul habían pedido que se diera por terminado el encuentro y se estableciera como ganador a la U, pero esto fue desestimado.
La polémica resolución de la Federación de Fútbol de Chile
El directorio de la Federación de Fútbol de Chile informó que decidió, en sesión extraordinaria realizada este jueves 29 de septiembre, que el partido válido por los cuartos de final de la Copa Chile entre la U y la UC, será reprogramado.
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Según lo dispuesto por la entidad, se jugarán los 84 minutos que faltaban del encuentro al momento de la suspensión, en un estadio y fecha a definir. Este partido se disputará sin público.
La decisión está amparada bajo el artículo 26 de las bases de la Copa Chile sobre la suspensión de los partidos, que señala lo siguiente: “Podrán suspenderse partidos del campeonato por aplicación de las causales establecidas en los artículos 102 y 103 del Reglamento de la ANFP“.
Esto quiere decir, que si bien el reglamento de Copa Chile contempla suspensiones de partidos por hechos de violencia ocurridos en las tribunas, o que ocurran en las tribunas y afecten lo que pasa en la cancha, la pérdida de los puntos no está entre las sanciones aplicables.
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De esta forma, Universidad Católica y Universidad de Chile tendrán que definir en cancha el paso a semifinales del torneo, con un partido completo casi por jugar, y un marcador global de 1 a 1 al momento en que se reanude.
