El Gobierno ha anunciado acciones legales contra los responsables del atentado incendiario que resultó en la destrucción de dos viviendas en la ruta que conecta Victoria con Curacautín, en la región de La Araucanía. Un grupo no identificado de individuos atacó el área durante la madrugada, específicamente en las cercanías del Centro Turístico Yukatán, incendiando dos casas que se encontraban separadas por varios metros.
Detalles del ataque incendiario
Los atacantes dejaron mensajes amenazantes en forma de letreros, donde se dirigían al alcaide y a un suboficial de la cárcel de Angol, acusándolos del traslado del comunero Patricio Queipul a Temuco. En estos letreros, se advertía sobre “fuego y balas” y se exigía la salida de los residentes de la zona, argumentando que el área corresponde a territorio mapuche.
Reacción del Gobierno y medidas legales
El delegado presidencial, José Montalva, se presentó en el lugar del ataque y condenó el acto violento. Montalva aclaró que el comunero mencionado está bajo investigación por un homicidio y un atentado. Además, confirmó que se presentará una querella por asociación criminal e incendio contra quienes resulten responsables de este ataque que destruyó las viviendas, las cuales estaban deshabitadas en el momento del incidente.
Investigación y seguridad en la región
La Brigada de Investigaciones Policiales Especiales y Secuestro de la PDI Angol, con el apoyo de efectivos del Ejército, llevó a cabo las investigaciones en el lugar del ataque.
Medidas de Gendarmería tras las amenazas
En respuesta a las amenazas recibidas, Gendarmería ha implementado diversas medidas de seguridad en la cárcel de Angol y en otros centros penitenciarios de la región. El coronel Néstor Flores, director regional de Gendarmería, indicó que se han reforzado las medidas de seguridad debido a los recientes actos de violencia, incluyendo el aumento de personal y la coordinación con Carabineros.
El coronel Flores también explicó que el traslado del comunero mapuche, Patricio Queipul, que fue reivindicado en el atentado, se debió a un allanamiento de rutina realizado el 24 de octubre en la cárcel de Angol, donde se encontraron tres teléfonos celulares. Como medida de seguridad, se decidió trasladar al interno al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco. Este traslado provocó varios incidentes, incluyendo amenazas de muerte de Queipul hacia el personal de Gendarmería, las cuales han sido denunciadas a la Fiscalía.
