La pandemia ha generado una compleja situación para las familias del país. En su momento más crítico, a mediados de junio de este año, cerca de 1,8 millones de personas perdieron su puesto de trabajo.
Además, la crisis sanitaria llevó a una sustancial caída de los ingresos de los hogares. Para compensar estas situaciones, el Gobierno impulsó diversos programas de ayudas para las personas, como las transferencias directas. De hecho, según el último Informe de Política Monetaria del Banco Central, considerando las ayudas estatales y uso de ahorros previsionales, ambas medidas han contribuido a elevar la liquidez y mitigar la caída del ingreso autónomo.
Así, en medio de este escenario de retroceso en la economía, 1.056.146 hogares entraron al Registro Social de Hogares (RSH) entre abril y diciembre de este año, llegando a 6,4 millones, según datos proporcionados por el Ministerio de Desarrollo Social.
La cifra representa un aumento de 324% respecto a lo que ocurrió para igual período durante el 2019. ‘Es el porcentaje más alto desde su implementación en 2016’, precisan desde la cartera. Es decir que, en medio de la pandemia, se cuadruplicaron los hogares que se sumaron al RSH.
Al ahondar más en la situación, más de la mitad de los hogares nuevos que ingresaron al Registro, lo hicieron directamente al tramo de mayor vulnerabilidad según la Calificación Socioeconómica (40% más vulnerable). ‘De estos, 8 de cada 10 (79,1%) recibieron alguno de los pagos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)‘, explican desde Desarrollo Social. Pero, además, del total de los 5,4 millones de familias que estaban en el registro, 830 mil bajaron en su tramo de vulnerabilidad; mientras que 620 mil subieron y 3,9 millones no registraron cambios. ‘Los cambios en los tramos de vulnerabilidad no necesariamente se traducen en cambios en los beneficios estatales a los cuales los hogares tienen acceso, ya que los requisitos de acceso a las diferentes ayudas estatales difieren por programa’, precisan desde el ministerio.
Para la ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, está claro que la pandemia y sus efectos económicos en las familias provocaron un gran aumento en el ingreso de personas al Registro Social de Hogares.
Para la secretaria de Estado, esta situación demuestra dos aspectos muy relevantes. En primer lugar, sostiene, muchas familias vieron afectados sus ingresos y, probablemente, muchas de ellas que no habían pedido nunca una ayuda del Estado y, producto de la pandemia, ahora sí lo están haciendo. ‘Y, en segundo lugar, se constata que el Registro Social de Hogares ha sido una herramienta útil que debemos perfeccionar para poder canalizar de mejor forma las ayudas en tiempos de emergencia’, plantea Rubilar. Dado este escenario, agrega la ministra, este instrumento se está fortaleciendo con un grupo de expertos para afinar los criterios de calificación socioeconómica, para avanzar en transparencia, oportunidad y justicia.