Las autoridades penitenciarias de Nueva York denegaron por decimosegunda vez la libertad condicional al asesino de John Lennon, Mark David Chapman, que la ha estado solicitando desde el año 2000.
Chapman, que tiene 67 años, mató a tiros a Lennon en 1980, a las puertas de su residencia en el edificio Dakota, y por ese crimen fue condenado a un mínimo de 20 años y un máximo de cadena perpetua.
Recluido en la prisión de alta seguridad de Wende, en el estado de Nueva York, el asesino del cantante compareció a finales de agosto ante la Junta de Libertad Condicional del Estado de Nueva York, que rechazó su petición.
Según la ley estatal, este tipo de solicitudes solo se pueden elevar cada dos años, por lo que Chapman no podrá presentar otra hasta 2024.
Rechazo a la solicitud de libertad condicional
Aunque todavía no han sido publicadas las razones del rechazo de la solicitud, en anteriores ocasiones se argumentó que su libertad es “incompatible con el bienestar y la seguridad de la sociedad” y que supondría “minimizar la gravedad de su crimen, con lo que minaría el respeto a las leyes”.
La junta ha reconocido previamente que el asesino de John Lennon tiene un historial penitenciario “limpio” desde 1994, pero también que actuó con premeditación y en busca de “celebridad”, lo mismo que destacó en esta ocasión.
Las autoridades carcelarias también han explicado, en ocasiones anteriores, que la liberación de Chapman supondría un problema de seguridad pública, ya que alguien podría atacarlo “por rabia o como venganza”.
La viuda de Lennon, Yoko Ono, escribe cada dos años a la junta que debe decidir sobre la posible puesta en libertad de su asesino, para pedir que permanezca en prisión.