Los crímenes en el país no hacen otra cosa que subir y conmocionar a la población. Tamara Paredes tenía 33 años, era universitaria y murió baleada mientras esperaba su turno en una botillería. Su amiga se encontraba con ella y contó los duros detalles.
Los hechos ocurrieron la noche del sábado pasado cuando Tamara y su amiga estaban en la fila de una botillería para comprar cigarrillos. De un momento al otro, y desde la distancia, se oyó un disparo. Pero lo que menos imaginaba la acompañante de la víctima era lo que sucedería después.
“No estuvimos nada. Nosotras llegamos y solo fuimos a comprar cigarros y de la nada se escuchó un disparo. Estábamos haciendo una fila, no hicimos nada, nadie peleó, no se escucharon gritos, nada”, relató a Chilevisión Noticias.
Tamara Paredes y su amiga fueron a comprar cigarrillos.“Ella me dijo ‘parece que me llegó’. Yo, la verdad, no vi nada. Y luego la llevamos al SAR”, recordó.
Familia de la universitaria baleada pide explicaciones
La joven, madre de una niña de 12 años, fue trasladada de urgencia al Hospital San José. Para cuando sus familiares llegaron, se les informó que ya había fallecido, dejando más preguntas que respuesta.
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Tamara Paredes era educadora social infantojuvenil y estaba cursando su segunda carrera para convertirse en trabajadora social. Poco se sabe de el o los autores del disparo y, para la familia, no fue “bala loca”.
“Esto no fue una bala loca como andan diciendo, a ella la asesinaron. Fue un asesinato”, declara la abuela. Es la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) quien está detrás de este caso buscando a los responsables de la tragedia.
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