Tras la pandemia, muchos cambios económicos, tecnológicos y sociales han tenido un gran impacto en la relación entre empleado y empleador y en las motivaciones de las personas para desarrollar su carrera profesional.
La preocupación por la recesión mundial, los recortes presupuestarios y la pérdida de puestos de trabajo han animado a los ciudadanos a desarrollar competencias que les ayuden a hacer más con menos y a ampliar sus perspectivas profesionales.
Los avances tecnológicos en inteligencia artificial y automatización han alterado fundamentalmente la combinación de capacidades necesarias para tener éxito en el mercado laboral. El ritmo del cambio tecnológico es tan rápido que resulta una tarea vertiginosa mantenerse al día de todos los avances y las competencias necesarias para tener éxito en el futuro. En este contexto, muchos profesionales se han dado cuenta de la urgencia de mejorar y reciclar sus competencias para seguir siendo empleables.
“Hay cambios sociales más amplios que seguirán modificando las competencias que necesitan las personas y sus empleadores. El cambio climático ocupa un lugar cada vez más destacado en las agendas de los consejos de administración, especialmente a medida que se acerca la fecha límite de 2030 para las emisiones de carbono”, dijo Janice Burns, Chief Transformation Officer de Degreed, la principal plataforma de mejora y recalificación de la fuerza laboral. “Esto da cada vez más valor a las competencias ‘verdes’, como la ingeniería de vehículos eléctricos, la gestión sostenible y la auditoría medioambiental. La incorporación de las generaciones más jóvenes al mercado laboral y el aumento del poder adquisitivo provocarán otra evolución en las competencias que necesitan las empresas. Entender cómo hacer posible que varias generaciones trabajen juntas, muy probablemente con robótica y automatización, será una cualificación importante en el futuro”
Según Janice, los empleados más experimentados entienden que las habilidades que tienen hoy solo les servirán durante un tiempo limitado. “Los mejores empleados son aprendices continuos, porque las habilidades tienen una vida media cada vez más corta que se ve presionada por el avance de la tecnología, los cambios económicos y de mercado y otros factores externos. El crecimiento personal es importante no sólo porque estamos en la larga cola de la recuperación de la pandemia, sino por todo lo que las organizaciones y los empleados tendrán que afrontar en el futuro”
El aprendizaje para mejorar la retención del talento
Hay varias razones por las que ofrecer oportunidades de aprendizaje mejora la retención y la moral de los empleados. Si un empleado no siente que su empleador está invirtiendo en su futuro, probablemente no permanecerá en su puesto por mucho tiempo – esto es aún más cierto para la Generación Z y los millennials, con un 70% diciendo que buscarán otro trabajo si su empleador actual no invierte en su desarrollo a largo plazo.
Si una persona no tiene las capacidades necesarias para tener éxito en su puesto actual, la moral decaerá de forma natural. Existe un vínculo entre el bienestar, los niveles de estrés y la confianza de una persona en sus capacidades laborales. Según Janice, el mero hecho de sentirse estresado por no alcanzar sus objetivos debido a la falta de habilidades puede afectar a la retención futura.
“Ofrecer a los empleados oportunidades de aprendizaje es parte de la respuesta para mantenerlos más tiempo y mejorar su moral. Sin embargo, este aprendizaje debe ser autónomo, personal y alineado con sus intereses y objetivos profesionales”, afirma Janice. “El aprendizaje no puede imponerse desde arriba, porque eso le quita a la persona el control sobre su crecimiento y su trayectoria profesional. En su lugar, es importante hacer del aprendizaje un proceso de colaboración, logrando un equilibrio entre las habilidades que la empresa necesita y lo que el individuo quiere aprender”