Desafíos de la Industria 4.0: ¿Hacia dónde van las habilidades laborales en el siglo XXI?

Tener una mirada de futuro es fundamental para enfrentar los desafíos de la digitalización y automatización de las organizaciones. Al igual que con la globalización, oponerse es inútil porque el avance tecnológico no pide permiso.

Taking decisions for the future

El inevitable avance de la tecnología y las transformaciones de las empresas, con innovaciones cada vez más sorprendentes, han levantado desafíos en distintos sectores a partir de casos donde la automatización ha terminado con tareas que hasta entonces eran manuales. Y es que la digitalización corre más rápido que las políticas públicas o, incluso, que los cambios culturales en organizaciones y en la sociedad misma. He ahí la sorpresa que generan estos cambios en la forma de hacer negocios.

En consecuencia, “la adaptación a un entorno laboral digitalizado, donde muchas de las tareas cotidianas pueden ser automatizadas, requiere del esfuerzo de colaboradores, ejecutivos de las empresas, representantes sindicales y los gobiernos. Pensar las relaciones laborales en este nuevo escenario es clave para abordar el desafío de la reconversión laboral, el desarrollo de habilidades del siglo XXI o la flexibilidad para desarrollar nuevas y múltiples funciones”, señaló Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile.

Según estimaciones de la OCDE en su estudio “How’s life in the digital age? Opportunities and risks of the digital transformation for people’s well-being”, se estima que en el caso de Chile hasta la mitad de los empleos tradicionales podría ser automatizado (53%), es decir, desaparecer. ¿Qué hacer ante una proyección tan dramática? Realizar esfuerzos conjuntos para adaptarse y prepararse para desempeñarse en nuevos trabajos, que quizás aún no conocemos. Ello, desde la academia, las organizaciones y hasta el Estado.

En línea con lo anterior, la Guía Salarial 2019 de Robert Half destaca como una tendencia importante el que la inversión en tecnología va en alza y que se requerirá de nuevos profesionales para implementarla. En consecuencia, la formación profesional que requieren las compañías ya no se restringe a habilidades técnicas tradicionales, porque estas se aprenden relativamente rápido. Hoy se requiere de perfiles con habilidades que antes eran consideradas “blandas” y que hoy son llamadas “fundamentales”.

Chile está posicionándose como un ejemplo regional para el resto de América en temas de Ventas y Marketing, por ello, se vislumbran grandes desafíos. Continuar la transformación digital, saber cómo manejar la información en las empresas, reclutar profesionales con habilidades tecnológicas específicas y adaptarse a la multiculturalidad son algunos de ellos.