El martes recién pasado murió Ángelo Medina, líder de la denominada “manada chilena”. Medina Tobar cumplía una condena por delitos graves, entre ellos, su participación en la violación de cinco mujeres.
El homicidio de Medina fue en el patio de Centro Penitenciario Santiago 1 durante la ronda de la mañana de los internos del penal.
La principal hipótesis sería un ajuste de cuentas motivado por temas del narcotráfico.
El arma homicida es un objeto punzante de fabricación artesanal.
Según comentó Álvaro Rivera, director Metropolitano de Gendarmería de Chile, a Teletrece:
“Producto de estas lesiones, el interno fue derivado (…) al sector de salud del penal, donde, a pesar de las maniobras de primeros auxilios que se practicaron, este fallece producto de las heridas“, explicó la autoridad de gendarmería al portal de noticias.
Un oscuro prontuario
La Fiscalía Metropolitana Occidente estaba investigando a Rivera por los delitos de secuestro, robo con intimidación y violaciones grupales en contra de cinco mujeres entre los 19 y 25 años desde 1997 hasta 2018.
Las mujeres contactadas por Medina trabajaban de escort y como promotoras de eventos.
De momento, se desconocen los detalles del caso que involucra también a su pareja como cómplice de los secuestros. Según mencionó la teniente de Carabineros, Cassandra Avilés al sitio web de Meganoticias:
“El OS9 está investigando a la banda delictual [en referencia a la manada chilena] de cinco sujetos, de los cuales uno es una mujer, todos mayores de edad, quienes tendrían participación en hechos asociados a secuestros, violación y robo con intimidación”.
Para determinar las causas se abrió un sumario interno para analizar posibles errores administrativos de gendarmería al momento de resguardar la integridad de Medina.
La Brigada de Homicidios de la PDI revisará los antecedentes del caso.
