“Uno propone y Dios dispone”, dijo Eva Gómez al momento de renunciar a Tierra Brava ante los animadores Karla Constant y Sergio Lagos. “Hay un tema familiar que me dificulta el poder seguir acá. Decidí irme, estar afuera”, agregó, concretando su salida.
Lo que ocurrió después se vio en detalle la noche de este martes en pantalla. Valentina Torres, Shirley Arica y Camila Arismendi rompieron en llanto, extrañando desde ya la presencia de quien, en cierta medida, ofició las últimas semanas como una figura materna en el encierro.
Arismendi, tal vez la más afectada con la renuncia, reconoció que sin ella se iba a sentir muy sola. Gómez tampoco pudo contener la emoción y, tras dedicar palabras a prácticamente cada participante, se despidió cariñosamente de sus “niñas”, a quienes les prometió reunirse en un tiempo, fuera del programa.
Eva Gómez fuera de Tierra Brava: “¿Qué hago yo en un reality?”
En entrevista con La Cuarta, Eva Gómez dio a conocer que su renuncia “era una decisión tomada y que tenía que ver con un asunto familiar que requería de mi presencia y de mi contacto permanente y con posibilidades incluso de tener que viajar a España”.
“Entonces preferí, desde la calma de mi casa, tomar ese tipo de decisiones, ver cómo se iban dando las cosas y no estar pidiendo a la producción cosas que yo sabía, desde antes, que no se podían dar. Como tener contacto con el exterior o estar llamando dos o tres veces al día. Así que fue una decisión conversada con ellos y encontraron que, efectivamente, si yo iba a estar más tranquila, y en el reality iba a estar acontecida, aproblemada, preocupada, era lo mejor. Tampoco era la idea que yo lo pasara mal, ni que ellos estuvieran todo el rato grabando a una persona que iba a estar menos contenta. Por eso tomé la decisión”, agregó.
Consultada sobre si hecha de menos a sus ex compañeros, la sevillana aseguró que “¡Mucho!, extraño mucho a mis niñas. Las risas, los abrazos, la contención. Las locuras, las extraño un montón. Tengo muchas ganas de verlas, pero por otro lado, ojalá que no las vea hasta abril, eso es buena señal. Pero de verdad que las extraño mucho, y aunque parezca raro, las adoro. Las quiero muchísimo”.
Eva Gómez comentó también el balance de su participación en Tierra Brava y cómo llegó a tomar la decisión de participar. “Es súper positivo. Fue una decisión que me costó un mundo, y gracias a Dios mis hijos, que siempre han sido un impulso gigantesco, me animaron a que la tomara”, comenzó diciendo al respecto.
Y añadió que “después descubrí que a lo mejor, en el fondo de mí, había ganas de hacer esta locura. De probarme, de este desafío. Yo soy buena pa’ los desafíos. Pero claro, lo encontraba de verdad una soberana locura. Yo decía ¿un reality? ¿Qué hago yo en un reality? Bueno: la hice. Una historia más pa’ mis nietos, una raya más pa’l tigre. Y contenta, súper feliz con mi participación, súper contenta con los nexos, con los vínculos, conmigo, con la gente que conocí. Superó con creces mis expectativas”.
“Esto no puede haber salido de un ser humano”
Sobre cómo se siente el paso del tiempo dentro un en reality show, la animadora de TV dijo que “la primera semana es como si hubiera estado un año. O sea, de locos. Entre que no duermes, que comes pésimo. El baño ni te explico lo que era esa cuestión. Uno entraba pa’ hacer una cosa y terminabai vomitando… una hu… que tú decís ¡broma! La verdad que todo muy extremo”.
“La primera semana yo dije: no lo puedo creer. Y trataba de no perderme en el tiempo, entonces decía, ponte tú, hoy es martes 17. Entonces al otro día, todo el mundo: ¿qué día es hoy? Miércoles 18. ¿Cómo sabís? Porque lo sé, po hueón. Pero era como 18 del mismo mes del siguiente año… ¡era una locura! Muy largo los períodos, muy intenso todo”, complementó.
Por último, Eva Gómez se refirió a las condiciones para dormir y pasar al baño: “La cama pésima, los fardos de pasto, la cosa más dura en que tú has podido dormir en tu vida. Discusiones por un pan. En el baño… he visto cosas infrahumanas. Esas cuestiones no sé de dónde salían, porque parecían de producción. En serio, ¡maqueteado el mojón! Era una cosa que tú decíai esto no puede haber salido de un ser humano”.