Los matrimonios siempre tienen diferencias, pero algunas llegan a ser irreconciliables. Los rumores de crisis entre Gisele Bündchen y Tom Brady recorren los pasillos hace semanas, por lo que un inminente divorcio no sería sorpresa para nadie. La estabilidad de la todavía pareja pende de un hilo.
Su relación comenzó luego de una cita a ciegas en el año 2006 y, para el 2009, ya estaban en el altar dándose en ‘Sí, quiero’. Atractivos, exitosos y con un prometedor futuro por delante, su relación se calificó de perfecta durante muchos años. Juntos formaron una familia con dos hijos, hasta que la primera crisis golpeó su puerta.
Fue en 2015 cuando el jugador de la NFL fue acusado de desinflar los balones con los que jugaba. Según cuentan, fue tal el mal trago que se llevó que la modelo fue la persona con la que se desquitaba. Ambos negaron todo. Recién en 2018, Brady aseguró que su matrimonio había tenido altos y bajos y que Bündchen estaba preocupada por el bienestar de la familia.
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Pero parece que lejos estuvieron los problemas de quedar en el pasado. En septiembre de este año comenzaron a circular entre nosotros los rumores de una separación. ¿El motivo? Tom Brady no cumplió con su retiro profesional para pasar más tiempo en familia.
Gisele Bündchen y Tom Brady, en la cuerda floja
Según fuentes cercanas a la pareja, Gisele Bündchen y Tom Brady contrataron abogados especializados en divorcios y están “explorando sus opciones”. La misma fuente asegura que hace ya tiempo que la todavía pareja está “viviendo separada”.
Para una entrevista en ‘Elle’, la ex modelo de Victoria Secret’s aseguró que su deseo es que su marido estuviese más presente para la familia. “Este es un deporte muy violento, y tengo hijos y me gustaría que él estuviera más presente”, dijo. Además, señaló que esta es una conversación recurrente en su vida.
El retiro de la estrella de la NFL habría llegado en febrero, pero dio marcha atrás con ello. En agosto tomó un descanso de 11 días para “lidiar con asuntos personales”, según dijo su entrenador.
Brady también encuentra un costo en su decisión profesional, como el no poder estar allí para las celebraciones más importantes. “No he tenido una Navidad en 23 años y no he tenido un Día de Acción de Gracias en 23 años, no he celebrado los cumpleaños con las personas que me importan que nacen desde agosto hasta finales de enero”.
Aún no hay ninguna clase de información oficial que confirme el divorcio entre Gisele Bündchen y Tom Brady, por lo que solo queda esperar.
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