Los lazos afectivos con nuestras madres suelen ser los más importantes ya que, en la mayoría de los casos, es la primer persona con la que nos relacionamos. Pero en muchas ocasiones, existen tipos de progenitoras denominadas “madres anafectivas“, que nos llevan a la creencia de que no nos quieren o no somos merecedoras de su amor.
Los vínculos pueden ser conflictivos y dolorosos. Es por eso que el doctor Franco Merlini y el psicólogo y psicoterapeuta de Humanitas Psico Medical Care, han dedicado su vida a encontrar la respuesta a estas preguntas.
¿Qué significa crecer con una madre así? En DUPLOS te lo contamos para que puedas entender y analizar tu entorno un poco más.
¿Qué es una madre anafectiva?
Las madres anafectivas, según el psicólogo y psicoterapeuta Franco Merlini, se relacionan con tipos de mujeres que han vivido experiencias pasadas relacionadas con lo femenino en general. Cuestiones como los roles sociales, culturales y su relación con los hombres son algunos de los aspectos a tener en cuenta.
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“Al hablar de madres anafectivas no debemos pensar en culpabilizaciones ni estigmatizaciones de género”, expresa el psicólogo.
Estas mamás no pueden demostrar ningún tipo de emoción positiva, como la más importante en estos vínculos: amar. No muestran afecto, no abrazan ni besan. Y muchas de ellas, manifiestan a sus hijos rechazo, e incluso pueden tener episodios de agresión o manipulación para con ellos, lo que perjudica a las futuras relaciones sociales de los niños.
En 2012 se publicó un estudio llamado Emotional Relationships between Mothers and Infants en el que se investigó qué sucede durante los primeros años de vida entre madre e hijos.
A raíz de haber comprobado que los bebés se angustian más al notar el silencio de sus progenitoras que su ausencia física, se recomienda que durante sus primeros años de vida mantengan una relación cercana y predispuesta con ellos.
Si no sucede, tendrán dificultades en su entorno afectivo y social, como la incapacidad de desenvolverse o curiosear acerca de lo que le rodea.
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Consecuencias de tener una madre anafectiva
El doctor Merlini, aporta a esta investigación sumando a otros aportes de diferentes campos, que los hijos criados por madres anafectivas pueden manifestar, como por ejemplo, problemas relacionados con alimentación, “desde la anorexia hasta la bulimia”.
Otra característica que suelen presentar este tipo de madres es la depresión y debido a esto trasladan problemas de autoestima y miedos que pueden expresar culpa y obsesión.
Y en la edad adulta, ¿Qué sucede con los vínculos afectivos?
Ya el padre del psicoanálisis, Freud, describía al vínculo madre e hijo como uno de los más fuertes e influyentes en sus relaciones futuras, ya que ella sería el mayor ejemplo y representación de amor.
Si esto realmente es así y padecemos este tipo de lazos, uno de los efectos que podríamos padecer es la dependencia afectiva, puesto que buscaríamos lo que carecemos en alguien más.
Si hablamos de mujeres adultas, sus consecuencias están relacionadas con las elecciones sexoafectivas en las que sus comportamientos sean el reflejo de sus madres. Además de la necesidad constante de complacer las necesidades de quienes la rodean.
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Crecer con estas madres anafectivas no quiere decir que exista una atadura de por vida con estos padecimientos. El primer paso para no repetir patrones se trata de reconocer el problema.
Es importante buscar ayuda de un profesional cuando las soluciones no están a tu alcance.
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