Pablo Larraín presentó en el Festival de Venecia su película “El Conde”, una sátira en la que retrata a Augusto Pinochet como un vampiro.
“Pinochet nunca enfrentó a la justicia y esa impunidad lo hizo eterno, lo convirtió en vampiro”, dijo el realizador en la rueda de prensa del evento, en el que compite por el León de Oro.
Larraín ya pasó por Venecia con títulos como “Post Mortem” (2010), “Jackie” (2016) y “Spencer” (2021). En su cuarta nominación, defendió lo que, según sus palabras, es el deber de retratar al mal.
Pablo Larraín defiende su versión de Pinochet en “El Conde”
“El Conde” no solo retrata al Pinochet como un vampiro centenario y sediento de sangre. Además, lo muestra como un avaro ladrón, precisamente cuando se conmemoran 50 años del Golpe de Estado que encabezó.
“Hay ciertas personas que creen que Pinochet no debe ser filmado, que creen que su figura no debe ser filmada o nunca o que todavía es muy reciente. Yo creo que el mal si puede y debe ser filmado, debe ser retratado”, afirmó Pablo Larraín.
Larraín también comparó a Pinochet con el dictador español Francisco Franco. “Compactan el placer por la maldad y la poca inteligencia. Fueron un poco los bufones de otros grupos de poder que quisieron ponerlos ahí o apoyarlos en ese ejercicio”, sostuvo.