El escándalo de las fundaciones en el Gobierno Regional del Biobío sigue creciendo, y nuevos casos salen a la luz. Una investigación reciente ha revelado la existencia de dos organizaciones que recibieron fondos millonarios y presentan contrataciones cruzadas, al punto que uno de sus directivos se autocontrató en la misma entidad que él dirige.
Carlos Cariaga, director de la Fundación Educación Financiera (FUNDEF), postuló un proyecto al Gobierno Regional del Biobío en 2022, solicitando 380 millones de pesos. Sorprendentemente, estos fondos fueron otorgados por asignación directa a FUNDEF. El proyecto, denominado “Impulsa Voluntariado”, tenía como objetivo proporcionar herramientas y capacidades a organizaciones de voluntariado y jóvenes voluntarios de la región.
Sin embargo, lo que ha llamado la atención es la relación entre FUNDEF y otra entidad, la Corporación Impulsa. Ambas organizaciones comparten directorios y presentan contrataciones que se entrecruzan, lo que ha levantado sospechas de posibles irregularidades en la asignación y uso de los fondos.
La Fiscalía y la Unidad de Alta Complejidad están llevando a cabo seis investigaciones relacionadas con estos casos. Además, el Servicio de Impuestos Internos (SII) ha señalado que la contratación cruzada entre fundaciones podría tener como objetivo eludir impuestos.
El caso de Camila Polizzi, que involucra la asignación de 280 millones a su fundación, es otro de los casos más sonados en esta serie de investigaciones. Al igual que con FUNDEF y la Corporación Impulsa, se ha detectado un mecanismo de contrataciones cruzadas que canalizó parte de los fondos a otra organización.
Estos hallazgos han generado preocupación y cuestionamientos sobre la transparencia y el correcto uso de los fondos públicos en la Región del Biobío. Las investigaciones en curso buscarán esclarecer estas situaciones y determinar si existen responsabilidades penales.
