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¿Por qué existen los “mitómanos”?

¿Alguna vez te has preguntado qué pasa por la mente de alguien cuando miente? Desde las pequeñas mentiras piadosas hasta los engaños más elaborados, descubriremos las diferencias entre los distintos tipos de mentiras y si realmente es posible detectar cuándo alguien nos está mintiendo.
Magdalena Valdés - Editora
5 Min de Lectura
¿Por qué existen los MITÓMANOS?

Las mentiras han sido un componente intrínseco de la experiencia humana desde tiempos inmemoriales. Desde las mentiras piadosas hasta las mentiras descaradas, todos hemos sido partícipes de este fenómeno en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, existe un subconjunto de personas que llevan la mentira a un nivel completamente diferente: los mitómanos.

La mitomanía, también conocida como pseudología fantástica, es un trastorno de la personalidad caracterizado por la tendencia patológica a mentir constantemente, a menudo contando historias elaboradas y complejas, sin un motivo aparente o beneficio tangible. Estas personas parecen tener una necesidad insaciable de mentir, incluso cuando la verdad sería más conveniente y menos complicada.

Pero, ¿por qué existen los mitómanos? ¿Qué impulsa a estas personas a tejer intrincadas redes de engaños y fabulaciones? La respuesta radica en una compleja interacción de factores psicológicos, neurológicos y sociales.

La psicología detrás de la mitomanía: Entre la búsqueda de admiración y los trastornos de personalidad

Desde una perspectiva psicológica, se cree que la mitomanía puede surgir como un mecanismo de defensa para compensar sentimientos de inferioridad, inseguridad o baja autoestima. Al crear historias grandiosas y fantasiosas, los mitómanos pueden construir una imagen más atractiva y emocionante de sí mismos, obteniendo atención y admiración que de otro modo no podrían conseguir.

Porque existen los mitómanos o las personas mentirosas
Las máscaras de la mitomanía: Detrás de las historias fantásticas se esconden mecanismos de defensa, traumas y trastornos de personalidad.

Además, algunos expertos sugieren que la mitomanía podría estar relacionada con trastornos de personalidad, como el trastorno narcisista o el trastorno histriónico, donde la necesidad de ser el centro de atención y la búsqueda constante de validación externa son factores clave.

Descifrando el cerebro del mitómano: Evidencias neurológicas de un mundo de engaños

En el ámbito neurológico, estudios recientes han arrojado luz sobre las posibles diferencias estructurales y funcionales en el cerebro de los mitómanos. Investigaciones han revelado que estos individuos pueden presentar alteraciones en la materia blanca y gris del cerebro, lo que podría afectar la conectividad neural y los procesos de toma de decisiones éticas y morales.

Porque existen los mitómanos o las personas mentirosas

Además, se ha observado una disminución en la actividad de la amígdala, una región cerebral clave en el procesamiento de emociones y la detección de riesgos. Esta reducción en la actividad de la amígdala podría explicar la desensibilización gradual de los mitómanos hacia las consecuencias de sus mentiras, facilitando así la perpetuación de sus comportamientos engañosos.

“Los niños no nacen haciendo mentiras sofisticadas, vamos desarrollando esa habilidad con los años y las experiencias, vamos entendiendo la mejor forma de ocultar los hechos y de engañar a otras personas.”

Influencias socioculturales y ambientales en la mitomanía: Del refugio emocional a la responsabilidad personal

Desde una perspectiva sociocultural, también es importante considerar el papel que desempeñan los factores ambientales y las influencias culturales en el desarrollo de la mitomanía. Algunas culturas pueden ser más tolerantes o incluso fomentar ciertas formas de exageración o embellecimiento de historias, lo que podría normalizar o reforzar este tipo de conductas.

Además, experiencias traumáticas o entornos familiares disfuncionales pueden contribuir al desarrollo de la mitomanía como una forma de escape emocional o como un mecanismo para obtener atención y afecto.

Porque existen los mitómanos o las personas mentirosas
Ejemplo de un mitómano en acción: La deslumbrante fachada de las mentiras compulsivas oculta una compleja red de factores psicológicos y neurológicos.

Es importante destacar que, si bien la mitomanía puede tener raíces profundas en factores psicológicos y neurológicos, no se considera una excusa válida para mentir descaradamente. Los mitómanos deben asumir la responsabilidad de sus acciones y buscar ayuda profesional para abordar este trastorno y sus consecuencias.

En resumen, la existencia de los mitómanos es el resultado de una intrincada red de factores que incluyen mecanismos psicológicos de defensa, diferencias neurológicas, influencias socioculturales y experiencias de vida. Comprender estas complejidades es crucial para abordar de manera efectiva este trastorno y promover una sociedad basada en la honestidad y la confianza mutua.

Mira el video: ¿Por qué existen los “mitómanos”?

 

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