El asombroso caso de Jimmy Zhong, un joven con trastorno del espectro autista que aprovechó un fallo en Silk Road para robar 50.000 bitcoins, se convirtió en multimillonario sin ser detectado durante una década y finalmente cayó por un descuido.
Los orígenes de un genio incomprendido
Jimmy Zhong nació en el seno de una familia de inmigrantes chinos en el condado de Cobb, al norte de Atlanta. Sus padres, sumidos en interminables disputas y largos horarios laborales, apenas le prestaban atención a él ni a su hermana. Ni siquiera les cantaban el “Feliz cumpleaños” en sus días especiales.
Además de la falta de cariño familiar, Jimmy desarrolló sobrepeso y fue diagnosticado con trastorno del espectro autista, lo que lo convirtió en blanco de acoso escolar durante su infancia y adolescencia. Incomprendido por sus compañeros, encontró refugio frente a una computadora, donde nadie lo juzgaba por su apariencia y podía expresarse libremente a través del teclado.
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Su inteligencia sobresaliente lo llevó a aprender programación de forma autodidacta, incluso antes de ingresar a la universidad. En aquel entonces, Internet era un mundo más anónimo, donde los “frikis” rechazados por la sociedad podían encontrar su lugar.
Después de que sus padres se divorciaran, Jimmy terminó la escuela secundaria y, gracias a una beca, ingresó a la Universidad de Georgia para estudiar ciencias de la computación. Este cambio de ambiente marcó un punto de inflexión en su vida, permitiéndole finalmente socializar con personas de intereses similares, beber cerveza e incluso conocer algunas “minitas“, aunque no llegara a entablar una relación cercana con ellas.
El descubrimiento accidental que lo convirtió en multimillonario
En 2009, cuando se minó el primer bloque de bitcoin, Jimmy ya estaba sumergido en el mundo de las criptomonedas. Gracias a la baja dificultad de minado en aquel entonces, pudo acumular 5.000 bitcoins simplemente utilizando su portátil. Sin embargo, olvidó su tesoro digital en ese mismo equipo hasta que, dos años después, el valor de bitcoin alcanzó los $30.
Desafortunadamente, al intentar recuperar sus fondos, el disco duro de su portátil estaba dañado, perdiéndolos casi por completo. Pero este contratiempo no lo desanimó, sino que lo motivó a buscar nuevas formas de obtener más bitcoins.
En 2011, mientras estudiaba en la Universidad de Georgia, Jimmy descubrió Silk Road, el primer mercado negro en la Deep Web o Dark Web, donde se podían realizar transacciones con bitcoin. Intrigado por esta nueva plataforma, decidió comprar cocaína como cualquier estudiante universitario en busca de experiencias nuevas.
Sin embargo, después de su segundo pedido, Jimmy se arrepintió y quiso retirar el saldo de su cuenta de Silk Road. Fue entonces cuando ocurrió el “hackeo” involuntario que cambiaría su vida para siempre. Al intentar retirar sus fondos haciendo doble clic rápidamente, Jimmy notó que la transacción se había duplicado, recibiendo el doble de lo esperado. Inicialmente, pensó que se trataba de un error de su billetera, pero pronto se dio cuenta de que la blockchain no mentía: la transacción se había realizado dos veces.
Emocionado por su descubrimiento, Jimmy continuó probando este método, depositando más dinero y retirándolo rápidamente hasta cinco veces, quintuplican do su dinero en cada operación. Así, se quedaron grabadas las transacciones en una de sus billeteras, acumulando un botín inicial de $600.000 en bitcoin.
Pero Jimmy no se conformó con esa suma. Decidido a explotar al máximo esta vulnerabilidad, creó múltiples cuentas en Silk Road y realizó alrededor de 140 transacciones similares, hasta hacerse con un botín total de 50.000 bitcoins, valorados en ese momento en aproximadamente $3,4 billones.
La vida de lujos y el fatal descuido
Después de su épico robo, Jimmy mantuvo un perfil bajo, fingiéndose como un minero de bitcoin exitoso. Utilizó los fondos robados para comprarse una casa en Athens, el lujoso automóvil Mercedes que había soñado desde adolescente y viajar con amigos, regalándoles incluso teléfonos con billeteras de bitcoin.
Sin embargo, su suerte cambió en 2017 cuando un usuario de Reddit sugirió que las billeteras de Jimmy estaban relacionadas con Silk Road. Además, un fork de bitcoin le otorgó 50.000 bitcoin cash adicionales, lo que aumentó su fortuna a niveles estratosféricos, convirtiéndolo en billonario.
A partir de ahí, Jimmy no pudo contener su deseo de ostentar su riqueza. Compró un Lamborghini, motos acuáticas, un yate y empezó a regalar miles de dólares a sus amigos para que se los gastaran en las exclusivas tiendas de Rodeo Drive en Los Ángeles. Incluso adquirió el hábito de cargar un maletín con $600.000 en efectivo, con el objetivo de impresionar a alguna chica, aunque nunca lo logró.
Su vida de lujos y desenfreno se vio interrumpida abruptamente cuando, al regresar de un viaje, descubrió que un ladrón había entrado a su casa y robado el maletín con el efectivo y $200.000 más en bitcoin. En un ataque de pánico, Jimmy cometió el error que lo llevaría a su perdición: llamó a emergencias para reportar el robo.
Esta llamada despertó las sospechas del IRS, quienes rastrearon el dinero de Jimmy hasta las billeteras vinculadas con Silk Road. Después de una larga investigación, los agentes del IRS visitaron su nueva casa frente al lago Lanier haciéndose pasar por investigadores del robo anterior. Jimmy, con su característica ingenuidad, no solo los dejó entrar, sino que les mostró todos sus lujos, incluida una billetera digital con $60 millones en bitcoin.
Finalmente, en una lata de Chetos del baño, los agentes encontraron la placa base que contenía las billeteras con el botín de 50.000 bitcoins, ahora valorados en $3,4 billones debido al aumento en el precio de la criptomoneda. Jimmy colaboró con las autoridades y entregó las billeteras, perdiendo incluso algunas monedas que había obtenido de forma legítima antes del hackeo.
Tras un juicio prolongado, Jimmy fue condenado a un año y un día de prisión por fraude electrónico en abril de 2023. Al salir de la cárcel en abril de 2024, había perdido su fortuna, amigos y lujos, teniendo que trabajar como repartidor de Uber en su viejo Mercedes-Benz.
El caso de Jimmy Zhong plantea un dilema ético: ¿Debería considerársele un ciberdelincuente o simplemente un joven que se topó accidentalmente con una oportunidad lucrativa? A pesar de su conducta, no parece haber causado daño directo a nadie, ya que el dinero provenía de actividades ilegales en Silk Road.
Revisa el caso de Jimmy Zhong, el Autista que Hackeó 3,4 billones de la Dark Web
